Podría decirse que el boxeo es tan viejo como el propio ser humano, o al menos la esencia de él. Dicha esencia se ha mantenido casi inmutable con los años si bien las reglas que rigen este noble deporte sí han experimentado cambios. Lejos quedan aquellos combates donde no existía el límite del número de asaltos, en los cuales se luchaba a puño desnudo y en los que reinaba John L. Sullivan. El boxeo moderno nace con las Reglas de Queensberry que establecieron un reglamento que se hacía necesario para un deporte de estas características, dichas reglas todavía están vigentes.
El boxeo es un deporte que nos traslada a épocas pasadas, dentro de esas cuerdas no existen las convenciones sociales, simplemente existen las leyes del cuadrilátero. Hoy en día asistimos a decenas de deportes en los cuales al mínimo contacto se crean enemistades eternas, ¿quién no ha visto a un futbolista de 80 kg retorcerse en el suelo al mínimo contacto de un contrario de 65? En en el boxeo no finges estar mal, en el boxeo finges que no te han hecho daño para poder continuar. Los boxeadores, con contadas excepciones, se abrazan cordialmente tras 12 asaltos. Esa es la nobleza que mucha gente no aprecia, gente que piensa que simplemente se trata de dos hombres/mujeres pegándose sin sentido alguno. Esos a los que los árboles no les dejan ver el bosque.No solo las reglas del boxeo evolucionaron, también los boxeadores. En un principio se trataba simplemente de hombres que genéticamente eran grandes y fuertes... pero los reyes de este deporte fueron cambiando hasta la agilidad de Sugar Ray Robinson, la explosividad de Tyson, el jab de Frazier, la pegada de Foreman, y cómo no mencionar al dios de este deporte, el que lo elevó a otro nivel: Muhammad Ali, un peso pesado moviéndose como un peso ligero. Un boxeador que violó la técnica establecida para un peso pesado. No tenía la mejor pegada pero sí tenía algo que sus rivales no tenían: la agilidad. Su técnica se fundamentaba en la ya famosa frase "vuela como una mariposa, pica como una abeja". Así un joven Ali derrotaba en 1964 al coloso Liston conmocionando al mundo entero puesto que se esperaba que Ali no aguantaría más del primer asalto. Esa fecha quedó grabada a fuego en la mente de cualquier aficionado a este deporte ya que nunca se viera a un boxeador "bailar" de tal forma a su rival. Se han visto KO's increíbles, batallas tremendas a 12 asaltos (Rumble in the jungle), aguantar castigos inimaginables (Dempsey vs Sugar Ray)... pero nunca se ha vuelto a ver a alguien esquivar los golpes (y devolverlos) como lo hizo Muhammad ese 25 de febrero de 1964.
Este es un deporte que ha sido la vía de escape para incontables jóvenes de barrios marginales en multitud de países (sobre todo EEUU) y, como no podía se de otra manera y dada la procedencia humilde de sus valientes deportistas, el capitalismo y sus consecuencias entraron de lleno junto con la mafia, es así como la nobleza y la deportividad que lo regían se han visto manchadas por la obsesión de la maximización de beneficios que rige cualquier empresa privada. El boxeo hoy es un negocio, lejos de ser aquel deporte que reinaban los Ali, Frazier, Marciano, Louis, Dempsey, Foreman, etc. Así es como llegamos a boxeadores del tipo Mayweather los cuales eligen sus combates pensando en su palmarés en vez de en el honor que supondría enfrentarse a sus mayores rivales en la época correcta. Así cambiamos a un Ali luchando por los derechos civiles de los afroamericanos y el pacifismo (se negó a ir a la Guerra de Vietnam) a un Mayweather que expone en las redes sociales su misoginia para con las mujeres y una ostentación económica vergonzosa corriendo los tiempos que corren.
Hoy el boxeo sigue esperando que surjan protagonistas que hagan honor a este grandioso deporte, ese momento en el que el boxeo vuelva al lugar que le pertenece en la historia del deporte.
Ali y Frazier, la mayor rivalidad que se ha visto sobre el ring |
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