REFLEXIONANDO...

 El ser humano es un animal de orden, un animal de organización. Hacemos listas de pros y contras, compramos agendas para apuntar los compromisos de nuestro día a día, el cual está siempre regido por el "tic-tac" del reloj, muchos incluso escriben su vida en diarios... y en días como estos todos hacemos un baremo de lo que ha sido el año y nos marcamos los objetivos del que viene.

   Así pues hoy, 27 de diciembre de 2016, yo como muchos otros se ha parado a pensar en el año que está a punto de morir. Para el caso que nos atañe esa reflexión empieza en septiembre, cuando empezó el curso de TSAFD. Aunque llevaba haciendo deporte desde hace muchos años esta era la primera vez que iba a formarme no solo para su práctica sino también para su enseñanza y dinamización.

   Seis asignaturas y tres meses por delante en los que se me (nos) iba a poner a prueba en cada una de ellas. Al principio la incertidumbre y la confusión eran parte de mi día a día: "¿condición física a qué pertenece, a fundamentos biológicos no?, "¿estas prácticas de qué asignatura son?", etc. Y es que yo soy muy cuadriculado y tengo que tener todo bajo control, todo más el bajo estricto orden y organización. Así que lo primero en lo que me centré fue en eso, en organizar todo en mi carpeta, en la agenda, en el calendario del teléfono. En enterarme bien de cómo se evaluaba cada una de las asignaturas.

   Como siempre pasa, alguna asignatura sentía que se me daba mejor que otra, y mentiría si dijera que no me agobié por ello en más de un momento durante esta evaluación. Así que intenté relajarme, dejarme llevar... entender que en TSAFD no todo iba a ser tan cuadriculado como a mí me gustaría, que mientras unos profesores iban a aplicar una enseñanza clásica otros iban a usar una radicalmente distinta con la que íbamos a aprender de una forma novedosa (al menos para mí). Al principio me mostraba algo escéptico ante este hecho pero ahora que el tiempo ha pasado puedo afirmar que eso de "más vale malo conocido que bueno por conocer" no siempre se cumple. He acabado la evaluación sin una enorme recopilación de apuntes sobre una asignatura y sin embargo creo que podría redactarlos yo con un poco de ayuda (de hecho es algo que debería hacer), ergo los conocimientos han sido asimilados.

   Finalmente llegó el día de la recogida de notas y la incertidumbre volvía a reinar en mi cabeza, en todas las asignaturas sentía que tanto podía tener un aprobado raspado como una buena nota. Al final el resultado fue el de 8-8-8-8-7-7. De primeras sentí orgullo y de hecho aún lo siento, pero ahora que los días han pasado y analizando las cosas en frío creo que el resultado es mejorable, ya no solo a nivel de boletín de notas sino a implicación y mejora personal diaria. Así pues y haciendo referencia al primer párrafo de esta entrada voy a hacer una lista de mis objetivos para la segunda evaluación:

-Mejorar al menos en 1 punto cada nota.

-Llevar los apuntes más al día.

-Redactar mis propios apuntes de actividades físico-deportivas individuales.

-Ampliar el margen de días de estudio para los exámenes teóricos.

-Faltar menos.

-Intentar ser más dinámico y perder seriedad ya que yo soy bastante serio al tratar con desconocidos (como bien podría ser un grupo de usuarios).

-Llevar al día el blog de clase.

-Practicar lo aprendido los lunes en la piscina por mi cuenta al menos otro día a la semana.

-Preguntar en clase esas dudas que luego me rondan la cabeza.

   Por último para acabar esta entrada quiero hacer referencia al torneo de rugby, una forma de acabar una evaluación en TSAFD que le va al FP como anillo al dedo. Haciendo deporte, conociendo a los compañeros de segundo y poniendo en práctica todo lo aprendido anteriormente respecto a este deporte. Finalmente mi equipo ganó la categoría de plata empatando dos de los partidos y ganando otro.