Este que escribe se llama Roberto, a dos semanas de empezar primero de TSAFD si debo señalar un aspecto que me llamara la atención sobre el resto en cuanto a deportes individuales ese sería el hecho de que un deporte y sus reglas pueden ser asimiladas de una forma distinta a la formal. Algo en lo que nunca había reparado.
Si cogemos a un grupo de alumnos y les dictamos las reglas y objetivos que rigen un deporte lo más probable es que no recuerden todo, sin embargo si dejamos que dicho grupo experimente los entresijos de un deporte practicándolo, estos mismos descubrirán los límites de este. Ejemplifiquemos pues con el rugby tag y con la clase de la que formo parte: empezamos con dos nociones básicas que eran conseguir hacer un ensayo sin que antes te realizaran un tag. Nosotros mismos fuimos los que persiguiendo ese objetivo descubrimos el resto de reglas como que un pase solo se puede hacer en diagonal o hacia atrás, que no se puede bloquear a un contrario, que tras tres tags el equipo recupera el balón, que en un saque la defensa del contrario tiene que estar unos cuantos metros por detrás del punto en el que se pone en juego el balón de nuevo, etc. Todo esto fue asimilado desde la experiencia en vez de, como dije antes, por un método más clásico como podría ser leer una batería de reglas y objetivos. Se dice que "si una lección es divertida nunca se olvida" y esto es una prueba de ello ya que es el mismo deporte y su práctica el que nos ha permitido saber su funcionamiento. Todos hemos ido asimilando cada regla y teniéndola en cuenta en cada nuevo partido.
Por otra parte cabe destacar también como el cambio de rol de jugador a árbitro hace que luego, cuando eres de nuevo un jugador, sepas empatizar con las decisiones polémicas sin que ello derive en faltas de respeto. Es un perfecto ejercicio de empatía con el que poder inculcar el respeto al árbitro, algo necesario en cualquier deporte. La competitividad nunca ha de estar reñida con el respeto.
Un saludo y bienvenidos.